viernes, 3 de octubre de 2008

Si están huecos, se caen


Yo he visto gatos mirando a la luna y no creo que están ensoñando romances, ni recordando un pasado venturoso en otro lugar y otro tiempo mejores.Nadie sabe lo que piensan esos gatos, pero a veces nuestros personajes se les parecen demasiado, porque tras una descripción más o menos detallada nos los encontramos haciendo cosas que para nada se corresponden con lo que hemos sido capaces de perfilar de su carácter.Si necesitamos que un personaje se enternezca en un momento dado, no podemos permitir que sea duro a todas horas, porque en el momento que lo asalte el buen sentimiento para llevar a cabo esa acción que tanto necesita la trama será tan creíble como el tío que se muere en América y deja ricos de pronto a los protagonistas.También hay deux ex machina morales, amigos. Lo que pasa es quees muy fácil burlarse del difunto que deja su herencia a última hora, o del hermano gemelo que aparece providencialmente cuando nada más podría salvar la situación, pero no tanto del personaje gato que, de pronto, se pone poético y convierte en versos sus maullidos.

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