miércoles, 2 de octubre de 2013

Escribir una novela para ahorrar en psicólogo. Técnica literaria



Ahora que se lleva tanto eso de la finalidad social de la literatura nos encontramos cada vez con más novelas en las que tenemos la impresión de que el autor las ha escrito para ahorrarse la minuta del psicólogo. Y la finalidad social de la literatura es otra cosa: se refiere a poner de manifiesto cuestiones y conflictos de índole social, no contarnos la vida del vecino cabrón, la madre gruñona y la suegra insoportable. Cuando de lo que se trata es de mirar el moquero después de sonarse (que es lo que hacen muchos de los aficionados a este género literario) ya hablamos de otra cosa.

La pregunta que debe hacerse el autor antes de abordar la elaboración de semejante bodrio es si el lector sentirá de algún modo la necesidad de que alguien le vomite encima sus frustraciones. Por que el verbo desahogarse requiere con demasiada frecuencia un sujeto pasivo al generalmente se ahoga. Porque si lo que tienes que decir es que te va muy mal y la vida te maltrata, a lo mejor es bueno para ti ponerlo pro escrito pero ,muy raramente será provechoso para el lector dedicar su tiempo de ocio a tus miserias.

Si aún así el autor no puede evitar comportarse como un llorica, al menos que sus personajes no sean clichés, tópicos manidos de gente que no aporta nada, no muestra un mínimo detalle distintivo y no deja al lector más salida que el regodeo, sin un mínimo resquicio a la reflexión.

Los personajes embrutecidos, en ambientes degradantes y situaciones miserables sólo pueden tener interés cuando la capacidad del autor para llegar más allá de eso permite recrear una especie de mitología. Cuando, como es frecuente, el autor se limita a cambiar de nombre a la gente que le cae mal, exagerar las miserias de su propia vida y vengarse de sus vecinos y conocidos, el lector se siente uno más de los damnficados.

Lo peor es que cuando el autor te pregunta lo que opinas de lo que ha escrito y le dices que nos has pasado de la página doce. Entonces es cuando te llama insensible. Y si son tres o cuatro los que opinan lo mismo, ya no cabe duda: es víctima de una conspiración.

Un poco de cuidado con estas cosas, por favor.,...

1 comentario:

Juan Carlos Garrido dijo...

“Las grandes mentes hablan de ideas, las mentes normales hablan de eventos, y las mentes mediocres hablan de la gente.” Eleanor Roosevelt

...y las mentes mediocres que se creen grandes sólo hablan de sí.