viernes, 3 de octubre de 2008

los bisontes y los dioses


Se pone uno a leer a Homero, o a alguno de aquellos griegos que contaban las más enormes batallas, con intervención de dioses incluida, y se pregunta cómo son capaces de dar una fuerza tal a sus relatos, o de repetir treinta o cuarenta veces la misma frase sin que suene lamentablemente repetitiva.Le he dado muchas vueltas al asunto antes de concluir que lo que nos cautiva de ese estilo es su sinceridad. Y no me refiero a la veracidad de lo que cuenta, sino a lo cercana que está la voz de estos narradores de lo que es al voz natural del narrador, del hombre que cuenta a viva voz los sucesos importantes de su mundo.Jenofonte, Tucídides y Homero eran ante todo, narradores naturales, genios de la escena pintada con palabras, y en cierto modo no dejan de recordar a aquellos pintores rupestres, magos o hechiceros en cierto modo, que invocaban a los bisontes para la caza pintándolos de modo que aún hoy parezca que van a salir corriendo.Aquellos pintores sin duda conseguían atraer a los bisontes.Los griegos, sin duda, consiguieron hacer participar realmente a los dioses en sus relatos.

No hay comentarios: