miércoles, 18 de agosto de 2010

La jodida familia

Vale, de acuerdo: los personajes de tus historias tienen que tener familia, porque normalemente no se bajan de un OVNI para aparecer en lo que escribes y pertenecen a un entorno social, cultural y todo lo que quieras. Cierto.


No obstante, eso no significa que al lector le vaya a interesar el bricolage del padre del protagonistsa, el ganchillo de la abuela y el grupo en el que toca el hermano pequeño. Las conversacionea que nunca tuviste en casa, y las respuestas que no s ete ocurrieron a tiempo en las discusiones familiares, te las guardas. Es jodido, pero es lo que hay.

A menudo, por aquello de aportrar veracidad a lo que escribimos, acabamos por meternos en cominerías que carecen de toda relevancia, y la familia es uno de los peores agujeros donde puede atascarse un autor: la familia del protagonista aparece si es tema de la obra, y si no, sale meramente como decorado o no se la menciona en absoluto.

La segunda opción suele ser mejor. Lo demás se presta demasiado a trucos, tópicos, kitsch, y otros despeñaderos narrativos por el estilo.

jueves, 5 de agosto de 2010

Si tu chica no te cae bien (o se pasa)

El exceso de simpatía también es una especie de muerte social, y esos personajes que se crean para que todo el mundo los adore son como momias creativas que nos meten de rondón en el museo de Bellas Artes sin darse cuenta de que su situio está más bien en la sección arqueológica.

Uno de los problemas más gordos que podemos encontrar al leer una novela es que tu protagonista, la chica que se supone que tiene que atraer la enmpatía del lector, sea una versioón femenina de Pepito Grillo, o tan sumamente perfecta que nadie sea capaz de identificarse con ella.

Los personajes, en general, deben tener luces y sombras, y esos tipos de mirada perfecta o las chicas de curvas maravillosas no dan credibilidad a una novela, sino que más bien muestran la incapacidad del narrador de salirse del topicazo.

¿Y por qué he elegido el caso femenino para el título? Porque tengo visto que son las chicas, precisamente, las que suelen estar peor dibujadas en la literatura actual.

A fuerza querer ser correctos y no atribuirles caracteres que puedan ser criticados, hemos acabado por hacer desaparecer de la literatura a las mujeres reales.

Lee la descripción de tu personaje y si a no logras que a ti te caiga bien, desconfía. Y si le cae bien a todo el mundo, desconfía más aún.

Y recuerdo que lso lectores no son gente perfecta, y normalmente no son tampoco nazis a los que cualquier imperfección física les eche para atrás. Que tu personaje sea real depende en parte de estos pequeños defectos. Búscalos y escóndelos delante de los ojos del lector, peor no digas que no existen. Será peor.