
Uno de los problemas más gordos que podemos encontrar al leer una novela es que tu protagonista, la chica que se supone que tiene que atraer la enmpatía del lector, sea una versioón femenina de Pepito Grillo, o tan sumamente perfecta que nadie sea capaz de identificarse con ella.
Los personajes, en general, deben tener luces y sombras, y esos tipos de mirada perfecta o las chicas de curvas maravillosas no dan credibilidad a una novela, sino que más bien muestran la incapacidad del narrador de salirse del topicazo.
¿Y por qué he elegido el caso femenino para el título? Porque tengo visto que son las chicas, precisamente, las que suelen estar peor dibujadas en la literatura actual.
A fuerza querer ser correctos y no atribuirles caracteres que puedan ser criticados, hemos acabado por hacer desaparecer de la literatura a las mujeres reales.
Lee la descripción de tu personaje y si a no logras que a ti te caiga bien, desconfía. Y si le cae bien a todo el mundo, desconfía más aún.
2 comentarios:
Pues a mi la chica de tu entrada me cae como un tiro, pues me hace sentir que me estoy mareando y se me va la vista.
Los defectos, rarezas y pequeñas manías son los que otorgan verosimilitud a los personajes. Y es cierto que el feminismo talibán está tornando a los personajes femeninos de ficción tan memos como los propios censores.
Es un hecho probado que los personajes femeninos han sido los que más alto han puesto el rasero de los villanos. Hoy en día, Cruela de Vil debería ser un machista, capitalista y antiecologista (y cualquier cosa que acabe en "ista" menos socialista).
Saludos.
Totalmente de acuerdo.
Por eso me gusta tanto Las Amistades Peligrosas: salen verdaderas malas ben trazadas.
O mi novela favorita: Cumbres Borrascosas, aunque el protagonista sea él.
Ana Karenina y Madame Bovary quedan ya en la estratosfera, pro supuesto.
Y qué decir de nuestra Regenta...
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