miércoles, 18 de agosto de 2010

La jodida familia

Vale, de acuerdo: los personajes de tus historias tienen que tener familia, porque normalemente no se bajan de un OVNI para aparecer en lo que escribes y pertenecen a un entorno social, cultural y todo lo que quieras. Cierto.


No obstante, eso no significa que al lector le vaya a interesar el bricolage del padre del protagonistsa, el ganchillo de la abuela y el grupo en el que toca el hermano pequeño. Las conversacionea que nunca tuviste en casa, y las respuestas que no s ete ocurrieron a tiempo en las discusiones familiares, te las guardas. Es jodido, pero es lo que hay.

A menudo, por aquello de aportrar veracidad a lo que escribimos, acabamos por meternos en cominerías que carecen de toda relevancia, y la familia es uno de los peores agujeros donde puede atascarse un autor: la familia del protagonista aparece si es tema de la obra, y si no, sale meramente como decorado o no se la menciona en absoluto.

La segunda opción suele ser mejor. Lo demás se presta demasiado a trucos, tópicos, kitsch, y otros despeñaderos narrativos por el estilo.

1 comentario:

Juan Carlos Garrido dijo...

De ahí la vieja máxima que los personajes deben actuar, no presentarse.

En todo caso, hay cierta clase de gente que debe reproducirse por mitosis, pues no conozco a nadie que tenga un hijo, cuñado o hermano que sea editor o agente literario. También es posible que se trate de súcubos o algo parecido.

Saludos.