Ando yo ahora detrás de cerrar una trama y el problema es precisamente el que comentaba ayer: alcanzar un tono, el que sea, pero uniforme, y acorde con lo que se quiere contar.Pero la cuestión es que la trama, o su armazón íntimo, no las acabo de ver completas aún, y me encuentro en la zozobra del que trata de limpiar un cristal empañado por el lado contrario al que está el vaho. Puedes repulir el cristal de tuu lado sin que la cosa mejore. Romperlo sería lo moderno, desde luego, pero no estoy para chorradas.En el caso de la novela negra es particularmente importante que todo encaje y no se puede uno permitir que un personaje ascienda a los cielos mientras dobla las sábanas.Así es como se llega a la ansiedad del que se muere de ganas por escribir y todavía no se atreve. La salida es encontrar la solución o ponerse de todos modos.Evitad la segunda, por supuesto. Yo lo intento con todas mis fuerzas.
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