domingo, 5 de octubre de 2008

El monólogo


Lo que está de moda, o estuvo, es el monólogo interior, o conjunto de sandeces que se le ocurren al personaje tratando de convertirse en interesante desde su diversidad o diferencia.Dije sandeces no de modo despectivo, sino porque esta técnica se usa sobre todo para la construcción del carácter desde la minucia, desde lo que aprentemente no cuenta. Cuando el personaje piensa para sus adentros y se expresa como Montaigne, entonces no resulta creíble.Yo, con lo que ando a vueltas ahgora es con el monólogo exterior, tipo "Cinco Horas con Mario", para que os hagáis una idea. Y aunque parezca fácil no lo es tanto, porque hay que separar muy bien la objetividad autorial de la subjetividad, llena de repeticiones y errores, del personaje que habla en voz alta.El autor debe cuidar su voz. En cambio, la voz del monólogo debe parecer descuidada. De lo contrario, en vez de una voz será una losa.A ver lo que sale.

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